Obsolescencia programada.

Ayer pusieron en la 2 un documental sobre cómo los países desarrollados usamos a los del tercer mundo de vertederos de desechos electrónicos. Y al lado de la pantalla que me mostraba semejante atropello, esa cámara digital golpeando mi conciencia.

Gracias OCU por contribuir a incrementar la basura electrónica que muy probablemente acabará en cualquier lugar menos en una planta especializada.

Espero que esta nota llegue a tí, o la de cualquier otro internauta con un poco de conciencia ecológica, en incluyáis una simple opción en vuestros sistemas que diga: “No enviar cámara digital“. Muchas gracias.

También hablaron de un hecho que muchos conocemos, pero que yo personalmente nunca había comprobado en ningún medio: la “obsolescencia programada“. Consumibles electrónicos con software programado para que en un determinado día en la vida de dicho aparato… deje de funcionar automáticamente. No se ha roto, no se ha des-configurado, simplemente se ha autodestruido transcurridos X días.

¿Por qué nadie me aviso que dicho aparato tenía una muerte anunciada?. Vergonzoso por partida doble, estafan al consumidor y llenan la tierra de basura electrónica, altamente contaminante y que requiere de plantas muy especializadas para su reciclaje. Plantas que desde luego no existen en países como Ghana.

Publicado en Medio Ambiente | Etiquetado | Comentarios desactivados en Obsolescencia programada.

Regalos promocionales? tal vez no, gracias!

El otro día me hice socio de la Organización de Consumidores y Usuarios, la OCU. Creo que hacen un gran labor social. Por un pequeño importe te pueden ayudar y aconsejar sobre qué hacer en determinadas circunstancias en las que un producto o servicio no da la talla. Me llamaron y acepte la invitación, sin embargo, un detalle me llamó la atención digno de mencionar. A todas las personas que se daban de alta ese día o semana, no lo recuerdo bien, les regalaban una cámara digital.

Pues bien, como es normal yo ya tengo una, mejor dicho tengo dos, una muy vieja pero que funciona y otra algo más moderna. De bolsillo, nada demasiado voluminoso. Entonces, puesto que la vida ya me ha enseñado que las cosas que no se usan no sirven para nada, les pedí que por favor no me la enviasen. Tratándose de un regalo no podía ser de muy buena calidad, así que prefería hacer mi contribución ecológica del día y evitar consumir un in-consumible, con todo lo que ello conlleva desde un punto de vista medio ambiental. Ahora tengo en el fondo del cajón una cámara que no sirve para nada, y un poco más de impacto medio ambiental en mi conciencia, que desgraciadamente sirve para nada bueno.

Cuando la señorita, bastante amable por cierto, me oyó decir que por favor no me enviasen la cámara digital de regalo, se quedó algo estupefacta y sin saber que responder fue a pedir ayuda a sus compañer@s. Regresó al cabo de un minuto diciendo que el sistema automatizado no daba la opción de cancelar el envió de dicha cámara y que me gustaría. Sabía que no me iba a ser así, pero si la creí cuando me dijo que su sistema de gestión no permite dicha opción.

Llevo años construyendo ese tipo de aplicaciones y he visto cosas aun peor. Y siempre por lo mismo: asumir, asumir y más asumir. Un compañero de trabajo me dijo una vez, «assumptions are the mother of all f*****s», era Inglés como habéis podido adivinar. Por qué hay que dar por hecho que sistemáticamente todo el mundo va a decir que sí a un regalo. Espero que los que hacen esos sistemas y los que los usan, vayan aprendiendo que cada vez somos más con un poco de conciencia ecológica, y que preferimos mantener el planeta limpio, a recibir cacharros con apariencia de electrónica digital.

Publicado en Medio Ambiente | Etiquetado | Deja un comentario

Razones seguir haciendo las cosas como siempre…

En esta entrada analizaremos las posibles razones que nos hacen repetir los mismos hábitos. ¿Por qué no nos planteamos alternativas más eficientes?. Sobre todo cuando las podríamos desechar si después de probarlas no nos gustan. ¿Existen alternativas? ¿Las conocemos? ¿Tenemos mucha o poca disposición a innovar? Hace falta que nos lo impongan e incluso nos penalicen para tener que llevarlas a cabo.
¿Que nos podría pasar por conocer a nuestros vecinos e ir a trabajar con ellos?

En las últimas semanas llevo escuchando diversas razones para no ir al trabajo con tus vecinos, para no compartir coche y optimizar recursos. La principal y más compleja es la desconfianza. Y estoy de acuerdo, nadie puede negar que conlleva un riesgo montarse en un coche con un desconocido o desconocida.

Sin embargo, aunque estoy de acuerdo en parte, me cuesta creer que eso es suficiente para ni si quiera intentarlo. Si hay algo que me gusta de España es el carácter abierto de sus gentes. Sabemos celebrarlo todo y pasarlo muy bien, con los viejos amigos y con los nuevos. Las mejores noches son aquellas en la que conoces a alguien y acabas en una fiesta que no olvidarás jamás. Fiesta a la que nunca recordarás ni como llegaste ni como saliste, pero a la que sin duda volverías. Seguramente hasta llegaste en coche compartido, y conducido por alguien con algunas copas de más. Eso es lo que yo llamo riesgo no medido.

Compartir coche para ir al trabajo con tus vecinos es un riesgo controlado. Antes de nada, puedes quedar en el bar de la esquina o de cuatro manzanas más abajo, y conoceros mientras veis como os podéis organizar. Si eres cyber adicto, puedes hacer uso de las redes sociales y comprobar quien es esa persona con la que te estás planteando hacer una buena obra por el medio ambiente y por tu economía personal. Si no, podéis conoceros por el camino, lo importante es que si no os gusta la experiencia, podéis volver a las viejas costumbres, no tenéis que firmar permanencia de 18 meses ni nada por el estilo.

Además hay un probabilidad bastante alta que de tengáis amigos en común, de que ambos conozcáis al camarero del bar donde quedasteis, o de que trabajes en el mismo centro de negocios. Esto no es garantía de que podáis compartir coche con éxito, pero si razones suficientes para intentarlo. Si no funciona la experiencia al menos lo intentasteis y podréis decir con conocimiento de causa que organizarse para ir al trabajo no es tan buena idea. Aunque antes de lanzar semejante afirmación, deberías haberlo intentado al menos unas cuantas veces. Al fin y al cabo nadie dice que nunca más volverá a tener una relación porque la anterior no le funcionó.

Bueno, lo importante es pararse a pensar si puedo hacer las cosas de una forma mejor y más optima, o necesariamente tengo que seguir con mis hábitos habituales.

Quedan alguna razones por las que no intentarlo. Hay muchas otras para hacerlo…

Publicado en Tecnología e Innovación | Etiquetado , , | Deja un comentario